sábado, 3 de septiembre de 2011

Impotencia.

¿Qué he hecho? Es la pregunta del millón.

¿Por qué? Bueno, es bastante obvio. Que no te lo quiera decir, que esté insistiendo pero que esa persona pase hasta el soberano culo de mi presencia, de mis ganas de decirle: Joder, si ha pasado algo, dímelo, podemos hablarlo. Pero no, cabezota de por sí. ¿Pues sabes qué? Ya estoy harto de chuparte el puto culo.

Ah, y hablando de chupar culos, en este preciso momento voy a dejar de hacerlo. Voy a pasar de toda persona que se me acerque, de todo aquel que quiera saber algo de mi, de todo. ¿Lo deletreo? Okey, T-O-D-O. ¡Por favor! ¡Que los malos de la película solo existen allí, en las películas! ¿Y qué si no vas a leer nunca esto? ¿Acaso me importa? Yo ya lo he intentado, estoy harto. 

¿Qué? ¿Ahora qué pensáis de mi vida? ¿Que es perfecta? No, queridos lectores, no todos tenemos una buena vida. Siempre nos falta algo, un poquito de piel, o un poquito de cabeza, o lo que sea. Pero lo que nos sobra es razón, y toda persona es incapaz de decir que no tengo razón en lo que he escrito, porque las verdades son duras como las piedras, y algunas veces, te las tienes que tragar.

Como bien dirían en los juicios, mi alegato ha terminado. 

1 comentario:

  1. ¡Me encanta tu blog! es genial, realmente escribes muy bien :)
    por supuesto, te sigo!!!!
    pásate por el mio si tienes algo de tiempo: http://aitanita-estelles.blogspot.com/
    mil besos!(K)

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