viernes, 30 de septiembre de 2011

El destino no siempre es duro...

... es difícil de afrontar. 


El destino hace que te conviertas en una persona fuerte, no intenta nada malo, aunque sin querer, hace que la gente hagan cosas malas para que aprendan de los errores que conllevarán tiempo después. El destino te enseña a vivir el momento, que no vuelva a repetirse el mismo error, que de ese mismo error planifiques una posible vida. El destino hace que los demás no influyen en ti, que esas personas se bufen de ti, cual bufón de corte. El destino no sería en la vida capaz de aguantar esas idioteces, y contraataca. Con una palabra, con un gesto, con un pensamiento, o simplemente, te limitas a ignorarle.


El destino os ayuda a comprender que lo que dice vuestros mayores es verdad, más que la verdad, es la realidad. El destino quiere ser tu aliado, no existe buena o mala suerte, tampoco existe el karma, y mucho menos el fen-suí, o como quieran decirlo. Siempre que puede, te trae lo mejor de la vida en cualquier ocasión, mas tú tendrás que renunciar, decir que no, para ser feliz. Porque de eso se trata, que no te conformes con lo que te den, que vayas hacia más. 


Y ahora mismo, el destino te ha guiado a leer esta entrada, que quizás te haya servido de mucho o de nada. Pero he aquí una pregunta: ¿Por qué escribo esto? Pensarás. Lo hago por tu bien. Por el bien de ti, y de tu destino.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Yo nací de esta manera.

Mido uno setenta y seis. Soy tan delgado que casi cruzo la barra de anorexia, comiendo como un maldito oso polar. Tengo los ojos verdes. No verdes amarronados o marrón verdosos, los tengo verdes porque lo digo yo. Mi pelo es rizado, como una bonita escarola. ¿Pues sabes qué? Mi escarola me gusta, no como tu cresta de papagallo. Soy torpe al andar, pero no es por indecisión, sino que soy feliz y lo hago. No soy tímido, solo quiero ocultar un par de verdades que si te las dijera a la cara cambiarías para bien, y quiero que sigas siendo el mismo miserable de siempre. No invento vidas y tampoco gustos. Mi música es la de los demás, quien quiera compartir mis gustos, adelante, quien no, pues nos vemos en el cielo. Defiendo mis ideales, también a mis amigos. Y ché, cuando digo amigos, son amigos, personas que muestran confianza junto al otro y viceversa, no los pelotas que dicen lo guapo que eres para coger cacho en una noche. No soy marica, pero si sigues diciéndolo, a lo mejor me convierto en eso. ¿Que será culpa tuya? Bueno, nada es bueno en esta vida, y las culpas, de una manera o de otra, no siempre serán para mi. Soy culto al hablar, mis únicas palabras en el diccionario no son "acho, me da lache", quizás algo por delante de lo trascendental, como diría mi profesor de Filosofía. Juzgo a la gente, pero en voz baja, no vaya a ser que les guste que diga más cosas. 

¿Termino aquí? No, hay un largo etcétera que no podría escribirlo en un blog. Pero podría resumirlo en una famosa canción, compuesta y cantada por una increíble Mother Monster: "I was born this way".

miércoles, 21 de septiembre de 2011

This ain't a goodbye, maybe one "See you Soon".

No me han atropellado, tampoco me han atravesado con una daga, ni siquiera me han disparado con un revólver. No te asustes al verme en el suelo con los ojos cerrados. Tampoco te asustes si en ese momento lo deje para irme a un lugar mejor. No fue tu intención, fue la mía. La intención de suicidio, fue mía. Soy culpable de todo daño que me he producido con mis propias manos, o con mi fuerza de voluntad. Quería decirte un "te quiero" antes de palmarla, pero no me da tiempo ni para eso, pero desde un cielo, un infierno, un Edén o una oscuridad inmensa y total puedo decirte: Nos veremos. Nos veremos muy pronto, será tan rápido que ni siquiera te habrás dado cuenta. 



martes, 20 de septiembre de 2011

Exactly.

Piénsalo. Tienes una vida de puta madre, te dan todo lo que quieres, tienes amigos que no se pueden contar con los dedos de una mano, tienes privilegios de hacer lo que tú quieras, pero por favor, no digas en la vida que tu vida es injusta, porque ya me gustaría a mi tener una vida como la tuya. Y muchos pensarán lo mismo que yo, ¿por qué? ¿Es que la respuesta no es obvia? Te envidian, porque ellos sufren por sobrevivir día a día con una serie de problemas que a este ritmo tú nunca tendrás jamas. Y como buena persona que soy, espero que no te pase. Pero sé consciente en todo momento, no todo es perfecto en tu mundo de color rosa, como la de cualquiera, pero fíjate todo lo bueno que te rodea. ¿No tienes amor? ¿No tienes una personalidad? ¿No tienes amigos? 




... Piénsalo. Eres tú esa persona que se complica la vida. 

sábado, 3 de septiembre de 2011

Impotencia.

¿Qué he hecho? Es la pregunta del millón.

¿Por qué? Bueno, es bastante obvio. Que no te lo quiera decir, que esté insistiendo pero que esa persona pase hasta el soberano culo de mi presencia, de mis ganas de decirle: Joder, si ha pasado algo, dímelo, podemos hablarlo. Pero no, cabezota de por sí. ¿Pues sabes qué? Ya estoy harto de chuparte el puto culo.

Ah, y hablando de chupar culos, en este preciso momento voy a dejar de hacerlo. Voy a pasar de toda persona que se me acerque, de todo aquel que quiera saber algo de mi, de todo. ¿Lo deletreo? Okey, T-O-D-O. ¡Por favor! ¡Que los malos de la película solo existen allí, en las películas! ¿Y qué si no vas a leer nunca esto? ¿Acaso me importa? Yo ya lo he intentado, estoy harto. 

¿Qué? ¿Ahora qué pensáis de mi vida? ¿Que es perfecta? No, queridos lectores, no todos tenemos una buena vida. Siempre nos falta algo, un poquito de piel, o un poquito de cabeza, o lo que sea. Pero lo que nos sobra es razón, y toda persona es incapaz de decir que no tengo razón en lo que he escrito, porque las verdades son duras como las piedras, y algunas veces, te las tienes que tragar.

Como bien dirían en los juicios, mi alegato ha terminado. 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Aquel deseo llamado "esfuerzo".

Lo intento. Lo intento, y lo intento una vez más, pero casi nunca surge de una manera aceptable. Es difícil, uno no está acostumbrado a ganarse el pellejo como dios manda, todos estamos sometidos a unos mimos y privilegios. Pero uno puede estar harto de estos. Miradme a mi, no lo tengo todo en el mundo, pero soy feliz con lo que tengo. Sin embargo, pienso que las cosas deben cambiar. Intento poner de mi parte, pero entonces es cuando una voz exterior dice: "Tranquilo Javi, ya lo hago yo", haciéndome quedar como un ser inútil. 


Sí, quizás no sepa coser, tampoco cambiar una rueda del coche, pero lo más esencial tendría que saber hacerlo. Si no, sería otra mosca del montón en un sitio de mierda como este. Intento, e intento una vez más, pero no surge nada por culpa suya, por esa persona que vuelve a decirte que no, que ya se encarga él de hacerlo. Y tú, en el sofá de tu casa sin hacer nada, das una mala imagen. A los demás, y a ti mismo. 


¿Lo peor de todo esto? Justo cuando un mayor de dice "Es que no haces nada en todo el día". ¿Que no hago nada? ¡Eres tú quien me impide hacerlo, por tu culpa estoy parado! Si no hubiera sido por ti, podría habérmelas apañado como cualquiera que conozco. Ya estoy harto de estar mimado, de decir que tengo tal y tal sin darme un justo merecido por mi parte. ¿Sabes? Algunas veces, llegan a asquearme. Se creen que todo saben hacerlo ellos, cuando en realidad hay más personas en su entorno. ¡Qué importa la edad que tenga! Están ahí, para bien o para mal, y deben de ser considerados.


Pero sigue repitiéndose la misma historia, como si fuera una película rayada. Lo intento, lo intento, lo vuelvo a intentar. 



Y no hay más que hablar.


Delirios en el firmamento. ¿Coincidencia? No lo creo.

Alguna vez os habrá pasado, a mi me pasa constantemente. No sé si es porque siento algo distinto a los demás, o a lo mejor porque las noches me afectan tanto como la droga. Sí, creo que va a ser un intermedio: La noche es mi droga, algo distinto. Ver las estrellas brillar en el cielo, exponiendo un brillo especial. Pero seguro, seguro que hay una estrella más especial que las demás. No, no es el lucero, la estrella más brillante que existe en el firmamento en cualquier momento, sino la más pequeña, la más tímida, y la más desapercibida.



¿Sabes? Es un reto, pero te encontraré, sea como sea, en el infinito cielo negro, y las leves lucecitas en forma de puntos. ¿Por qué lo hago? Porque te quiero.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Y empezó la cuenta atrás.

Sí amigos, todo tenía que acabar.


El verano llega a su fin, y el tiempo empieza a refrescar. Septiembre no es la tortura, sino el comienzo de un año nuevo, una experiencia nueva, nuevos compañeros y conocimientos nuevos para el ser humano, como por cada día que pasa. Al menos lo digo yo, por pasar a una etapa completamente diferente que mis otros años de la ESO.


¿Que si tengo miedo? No, la verdad es que no. Siempre me han dicho que Bachillerato es más difícil, pero cada año, todo es más difícil, y como es obvio, todos se dan cuenta de esa dificultad. Nadie en su sano juicio podría decir lo contrario, porque si no, más razones de llamarle "rarito" existen en nuestras prioridades. 


Aunque aún faltan dos semanas. Dos bonitas semanas de descanso. Hora de despedirse de la arena, la playa, el agua del mar, las piedras con las que te clavas, las medusas, las palas, los chiringuitos, las socorristas con cuerpo semejante al de Pamela Anderson, las compañías veraniegas, la familia, los amores de verano, los nuevos amigos, tu otra amiga: la bebida, la puta sombrilla que cuesta cerrar en un día de viento, las quedadas por la noche para cenar y hacer el ganso en la playa... Un largo etcétera, podría decir yo.


Aún me quedo con más ganas de hablar, pero hasta aquí ya os podéis hacer una idea de todo lo que tendo que dejar de lado por los estudios, y también, por los cambios meteorológicos. Sinceramente, muy sinceramente, este verano ha sido especial, aunque no haya tenido oportunidad de hacer viajes increíbles, mas me da completamente igual. Como dirían en las camciones: Me, myself and I. 


Gracias, por una nueva experiencia veraniega, y por lo tanto, otro año de vida más.


Firmado, el adolescente empedernido.

¿Extraño? Quizás.

Hola. 


... Sí, ¿buena presentación, eh? Nah, voy a dejar de engañarme, no se me da bien esto, y supongo que una presentación no solo consta en saludar con una mísera palabra. Tampoco voy a poner la Biblia aquí, por lo tanto, solo digo lo siguiente: Hola.


Hm, suena bien, ¿verdad? Hola. Es adictiva la palabra. Además, es simpática, ¿no creéis? Siempre diciendo "hola" a toda persona, animal o cosa que te puedas encontrar en cualquier lugar. Es extraño, pero sigue sonando de maravilla. 


Pues eso, hola. Nunca diré adiós, esa es su contradicción. Es su peor enemiga, es ruin y desgraciada. Sus sinónimos no lo son tanto, pues, ¿quién sabe si un día vais a encontraros de nuevo? Entonces, podréis decir "hola". 


Sí, a partir de ahora, me despediré con la palabra "hola". Dicho esto, hola.


Firmado, un adolescente empedernido.